Trevor está ‘entre trabajos’. Pasa sus días evitando a su esposa dominante escondiéndose en su cobertizo y pintando figuras para sus juegos de guerra con su amigo agorafóbico, Graham, y soñando con su heroico alter-ego, el mago de batalla Casimir el Destructor.
Cuando el Sr. Parsons, uno de los otros inquilinos de la parcela, pide que se le quite a Trevor de la deshonra de su parcela (¡no está ahí para cultivar cosas!), se produce una discusión que deja a Trevor con un cadáver que esconder.
Desafortunadamente, este accidente inoportuno coincide con el apocalipsis zombie y el regreso del Sr. Parsons es sólo el comienzo de los problemas de Trevor. Más apremiante es si debe o no tratar de salvar a su esposa y a su hermoso mejor amigo, a quien tanto él como Graham quieren.