La ladrona de libros

Poco a poco, encuentra una felicidad en esta nueva vida que nunca conoció. Incluso la calle donde vive se llama Paraíso. Y si dejas de lado a los nazis que patrullan la ciudad, las canciones de Hitler aprendidas en la escuela, una triste escena de autodafé o las esvásticas que cubren las paredes, casi lo creerías…

Pero bajo sus aspectos aguados, El Ladrón de Libros es, sin embargo, una película conmovedora. Después de todo, la historia de Liesel y sus seres queridos está contada por la propia Muerte, y la Muerte se cierne sobre las cabezas de los héroes a lo largo de la película.

Es la historia de Liesel Memminger

En esta adaptación del bestseller de Markus Zusak, Brian Percival describe una Alemania dividida entre el adoctrinamiento, la actitud de espera y la resistencia en medio de la Segunda Guerra Mundial. Todo esto a través de los ojos inocentes de un niño, o incluso de dos niños.

Porque si El ladrón de libros cuenta la historia del viaje de Liesel (Sophie Nélisse es cautivadora a la edad de 13 años), es cuando la película se centra en su mejor amigo Rudy (Nico Liersch) que se vuelve más conmovedora.