El club de los cinco (The Breakfast Club)

Claire, la niña de papa (interpretada por Molly Ringwald, la musa de Hughes), Brian, el tímido geek (Anthony Michael Hall, cuyos talentos cómicos están subexplotados en favor de un registro mucho más dramático), Andy, el deportista (Emilio Estévez), Allison, el bicho raro (Ally Sheedy) y finalmente Bender, el rebelde (se dice que Judd Nelson, que practicaba el método de actuación, fue casi despedido de la película por su comportamiento durante el rodaje).

Empieza con el aburrimiento, la bebida, el alcohol, unas pocas palabras descaradas. Poco a poco, la incomodidad se instala. Escenas silenciosas pero divertidas, escenas parlanchinas pero cada vez más tensas.

La tensión crece hasta la explosión, en el clímax de la película, de la rabia de una generación incomprendida, atrapada en inseguridades, enfrentamientos y ansiedades.

Cinco estudiantes son castigados en el instituto

Es divertido y triste al mismo tiempo. Sigue una escena de baile alegre y catártica, como un preludio para follarte al mundo adulto que es la carta que abre y cierra la película.

Esta es la película para adolescentes por excelencia, la película que mejor capta la adolescencia, la película de culto de una generación de americanos que siempre será perseguida por el espíritu de John Bender.