The Outpost

Nada ilegítimo en sí mismo, tanto más cuanto que muchos de los papeles son interpretados por las mismas personas que experimentaron los eventos (muy reales) relatados en la película.

En cierto modo, el trabajo probablemente salve vidas: muestra la indigencia de algunos soldados, de los que se supone erróneamente que siempre están sobrearmados y sobre equipados, la negligencia del mando, la dificultad de establecer una relación de confianza con la población local.

Un elemento sorprendente, que probablemente habría merecido más desarrollo, es el trato fundamentalmente malsano que se está haciendo con los civiles: el dinero que el ejército estadounidense distribuye compra su seguridad más que financia los diversos proyectos de reconstrucción que se supone que «ganan corazones y mentes».

La misión era la supervivencia

Cada tensión, cada muerte pone en tela de juicio los acuerdos celebrados entre civiles y militares, y la solución pasa siempre por el chantaje financiero entre soldados superados en número y en posición estratégicamente desfavorable y civiles miserables.

Por último, la película tiene una intensidad definida y capta bien la permanente inseguridad que experimentan los soldados que se pudren en su campamento mucho más de lo que ocupan el terreno.

A pesar de estas cualidades, y aunque ciertamente sirve como catarsis para los soldados que participan en ella y para muchos americanos que han sido tocados de una manera u otra por esta guerra, la película sigue siendo sobre todo una oda incondicional al heroísmo americano, al coraje de sus soldados, a su sentido del deber y del sacrificio.