Algunas personas lo llamaron suicidio, pero para los Rangers del 2º Batallón, esa es otra palabra para misión. Cuando se ordena a un grupo de élite de soldados estadounidenses que saquen una serie de nidos de ametralladoras alemanas, se encuentran aventurándose ciegamente en territorio hostil.
Superados en número y armamento, deben arriesgar su vida y su integridad física al atravesar terreno traicionero, sin saber nunca dónde se esconde el enemigo.