Radioactive

Antes de conocer a su futuro marido. Una relación que resalta un poco más las contradicciones del personaje, de este espíritu tan singular y fuera de lo común.

Un fuego arrogante y ambicioso anima a Marie, atraída como en total ruptura con su entorno, con esta sociedad encorsetada que le pesa, pero también en perfecta ósmosis con su pareja, en busca de la emancipación.

Marie Curie literalmente irradia en Radioactivo, yendo más allá de su propia historia y destino al ocuparse de su ciencia y su uso, sus desafortunados daños colaterales y sus peligrosas derivaciones marcadas por las llamas de la historia contemporánea. Así como logra restaurar ciertos dilemas morales que marcan la vida del científico.

La ambicion anima a una mujer

No dudo ni por un momento que los fundamentalistas harán un gran alboroto por la película, especialmente en vista de algunos de los atajos tomados por Marjane Satrapi y su guionista Jack Thorne.

Excepto que olvidan (o simplemente no lo saben), que Radioactiva, si se casa con los relieves habituales, a veces mecánicos, del biopic, es ante todo una novela gráfica, de la que la película trata de emular algunos trucos de luz y fulgurantes fogonazos.

Fulgurantes gráficos que a veces son fúnebres, como esta secuencia de sueños, o estas proyecciones en el fuego de catástrofes históricas hechas posibles por los avances científicos de Marie.